Las Defensoras | La crueldad animal es mala publicidad

27/05/2018 - 12:02 am

Ana Ortega, directora de The Humane League en México, hace un paralelismo entre la publicidad de las empresas de leche, huevo o carne, en donde se muestran animales libres en prados verdes y la realidad, en la que viven en granjas industrializadas, poco higiénicas y son tratados con crueldad.

Ciudad de México, 27 de mayo (SinEmbargo).– La crueldad animal es mala publicidad, y esto lo saben bien los productores de huevo, leche, carne y otros productos de origen animal.

Cuando una persona promedio en México entra a un supermercado a comprar una hamburguesa, huevo o un bote de leche tiene toda razón y derecho a saber cómo fueron producidos sus alimentos. Sin embargo la respuesta de parte de la agroindustria está bastante bien maquillada detrás de imágenes y videos, y una retórica que dista mucho de la cruel realidad en las granjas industrializadas.

Muy lejana a la publicidad de estas empresas, en donde se muestran videos con música inspiradora e imágenes donde los animales se encuentran en verdes e idílicos prados, las granjas industrializadas confinan a los animales en ambientes que no les son naturales, que tienen una alta densidad de individuos mientras los mantienen viviendo en condiciones poco higiénicas.

A pesar de esta sombría realidad, es innegable que más gente está preguntándose el origen de sus alimentos gracias a las campañas informativas. Foto: The Humane League

Tomemos el caso de las gallinas ponedoras de huevo, que viven confinadas en pequeños espacios toda su vida “útil”, hasta que son mandadas al matadero por baja productividad. Tal vez a muchos se les escapa el hecho de que para la producción de huevo se sofoquen en bolsas de basura, se trituren o se aplasten miles de millones de pollitos machos que no son útiles para la industria.Y como estos ejemplos, podemos enumerar muchas prácticas comunes, y legales que día a día suceden a puerta cerrada en las granjas de conejos, vacas, ovejas, cabras, pollos de engorda, cerdos así como en los mataderos.

Las gallinas ponedoras de huevo viven confinadas en pequeños espacios toda su vida “útil”. Foto: The Humane League

A pesar de esta sombría realidad, es innegable que más gente está preguntándose el origen de sus alimentos gracias a las campañas informativas y a las investigaciones encubiertas de organizaciones civiles protectoras de animales que han mostrado con videos y fotos lo que sucede a puerta cerrada en las granjas industrializadas. Nos preguntamos para cuándo en México contaremos con regulaciones como la del Modelo Europeo de Producción, la cual estipula la trazabilidad completa a lo largo de la cadena del huevo y ovoproductos. Esto quiere decir que los consumidores de los países de la Unión Europea pueden saber el tipo de producción utilizada de acuerdo a un dígito que se encuentra estampado en cada huevo. El primer dígito es un número del 0 al 3 y significan: 0, de producción ecológica, 1, de producción campera, 2 cría de suelo y 3 jaulas en batería. Los siguientes dos dígitos son las letras identificativas del país de origen, el resto de los dígitos indican la identificación del productor ya que cada granja tiene asignado un código por parte de la autoridad competente. Referente al empaque, la regulación estipula que deben de tener en la etiqueta visible el sistema de producción que acabo de mencionar anteriormente, así como la guía para entender la nomenclatura.

Este esclarecimiento que ayuda a la toma de decisión del consumidor es nulo en México, en donde cada productor pone en su empaque lo que su departamento de mercadotecnia imagine, dejando al consumidor con un gran signo de interrogación sobre el significado de los términos así como de los métodos y prácticas de producción.

«Lo que no dirán las etiquetas y ningún empaque es que alguien, no algo, estuvo aquí». Foto: The Humane League

Lo que no dirán las etiquetas y ningún empaque es que alguien, no algo, estuvo aquí. Alguien dejó huellas a su paso, estuvo vivo, convivió con sus semejantes y estuvo observando a sus cuidadores en todo momento. Alguien se resistió y luchó hasta el último momento por su vida. Y así, aunque nuestro ojo y nuestra moral hayan sido entrenados por décadas de anuncios y publicidad para pasar por alto el hecho de que son individuos y no una marea blanca de plumas y picos, estos seres únicos, desde su nacimiento, lucharán hasta el último momento para sobrevivir. Seguirán siendo ignorados hasta que el deseo por el bienestar de los animales de granja reciba más atención del que ordena hoy la ley; llevándonos eventualmente a reformas legales para los miles de millones de animales que son criados y muertos debido a la codicia, imprudencia y crueldad humanas.

Si deseas ayudar a los animales de granja únete a nuestra red de voluntarios que están logrando grandes cambios: Red de Acciones Efectivas .

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